Abordé esta novela sin saber muy bien qué iba a encontrar en ella, solo había leído que la obra de Osamu Dazai tiene mucho de autobiográfico. Lo que encontré entre estas páginas me maravilló y aterrorizó a un tiempo.

Nos encontramos con la segunda novela más vendida en Japón tras Kokoro de Natusume Soseki. Fue escrita en 1948 y publicada por entregas.

Indigno de ser humano narra, con un estilo sencillo y sin florituras, pero delicadísimo, la degradación personal de Yozo, un joven que se muda a la ciudad a estudiar y termina cayendo en el alcoholismo y la adicción a la morfina. Yozo es incapaz de mantener una relación sana con nadie.

La obra duele, escuece, araña, es dura, oscura, inquietante, pero a la vez es necesaria, distinta, provoca emociones nuevas en el lector, nos hace meditar e incluso plantearnos cuestiones vitales propias. Además, es posible encontrar breves luces de esperanza y una gran belleza en el texto que, con una prosa bellísima, casi poética, nos lleva también a reflexionar sobre la búsqueda de la felicidad en plena desgracia.

En la obra podemos leer varios intentos de suicidio del personaje, lo que conecta de forma casi premonitoria con el suicidio del propio Osamu Dazai que en 1948, con apenas treinta y ocho años, se quitó la vida arrojándose a un canal del río Tama con su amante. Fue esto en pleno éxito de su carrera como escritor.

Indigno de ser humano tiene un prólogo y un epílogo narrados en tercera persona; este narrador encuentra tres fotografías en las que aparece Yozo y cada una de ellas muestran un momento concreto de la vida de Yozo (infancia, adolescencia y época adulta). Al describirlas el narrador las analiza. Además de esto, en la obra tenemos tres cuadernos en los que es el propio Yozo el que cuenta su vida, relatando sus vivencias en medio de una sociedad perdida, sombría, que provoca el dolor más profundo en el protagonista que decide esconderse tras una máscara de bufón y lo lleva a sentirse indigno de ser humano.

No empatizas con el protagonista, no lo llegas a entender del todo, no te compadeces de él. Es un texto incómodo. ¿Por qué, entonces, deberías leerlo? Porque es diferente, único, bello. Tan extraño que merece la pena.

Azucena Fernández

Redactora en Hotaru

Me gusta leer, escribir, viajar, cantar, las cosas bonitas y Japón. Soy teatrera.
A veces escribo libros y a veces cazo nubes.

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