Hortensia (紫陽花, あぢさゐ, ajisai) es una flor típica del verano japonés, representativa de la temporada de lluvias. La hortensia comienza como un arbusto de hoja caduca cuyas inflorescencias globosas se componen de cuatro sépalos que parecen pétalos y una pequeña flor central. Sus flores pueden mostrarse en distintos colores en función la acidez del suelo en el que crecen. Es habitual encontrarla en jardines y macetas, siendo cultivadas como plantes ornamentales.

Este término es utilizado en poesía desde principios del siglo XVII, pudiendo encontrar haikus desde época de Bashō hasta la actualidad que incluyen este kigo.

En esta ocasión, te compartimos dos traducciones de haiku clásico para ayudarte visualizar el uso de este kigo:

霧あをし紫陽花霧に花をこぞり  –  橋本多佳子

Niebla azul…
Y agrupada en la niebla
la flor de hortensia.
Takako Hashimoto

Esa niebla azul que describe la autora podría estar provocada por las altas humedades debidas a la lluvia en las mañanas donde la temperatura es algo más baja. Lo curioso de esa niebla es que no nos ciega y nos permite ver, más allá de ella, la flor de la hortensia agrupada como cúmulos que parecen moverse entre la bruma.

紫陽花や壁のくづれをしぶく雨 – 正岡子規

Hortensia en flor.
La lluvia de verano golpea
el muro en ruinas.
Masaoka Shiki

El tiempo pasa, los ciclos se repiten y un verano más la lluvia lo baña todo. Lo que queda de las antiguas construcciones sigue mojándose con la lluvia, dejando la evidencia de un pasado de esplendor en el que tras esos muros resuenan aún los pasos de la gente de antaño, el eco de su voz, y la sensación provocada por la belleza de esa hortensia que, un año más, florece de nuevo.

¿Qué te sugieren a ti estos versos?
¿Te animas a dejar en comentarios alguno de tus haikus inspirados en este término kigo?

Haikus de nuestro grupo creativo

Pasan las nubes
pero sigue en la hortensia
el mismo azul
-Sara Elena MO–

Imperturbable, a pesar de la lluvia, del cielo nublado y de los rayos de sol que escapan, el azul de la hortensia. Este haiku, a pesar de describir el movimiento de las nubes, nos habla de la quietud, de lo que permanece, obligándonos a centrar la atención en un detalle que no se ve alterado por nada de lo que lo rodea.

仏にも紫陽花枯れる止められず。
Ni el propio Buda
impide que la hortensia
se marchite.
-Francisco Barrios–

Todo lo que empieza debe acabar en algún momento; así como todo lo que es bello acaba sucumbiendo al paso del tiempo, se marchita y queda en olvido. Este haiku nos traslada esa sensación de pena que podríamos sentir al percibir cómo algo tan hermoso se desvanece ante nosotros sin que nada ni nadie pueda evitarlo.

En la garganta,
todo el polvo del camino.
¡Hortensias azules!
-Santiago Kō Ryū Luayza-

Cuando el camino que se recorre es largo y los pasos que nos llevan por él van levantando el polvo de un terreno seco que hace tiempo que no conoce la lluvia, la garganta del caminante adquiere la misma sequedad del camino. Y ante esa sed intensa el azul de las hortensias se percibe como sorbo de agua fresca: una sensación que despierta y atrae la atención del peregrino. Un impulso que nos lleva a continuar la marcha, a pesar del cansancio y del peso que llevemos sobre nuestra espalda.

---

Además de estos haikus comentados, también queríamos destacar:

Cuando se posa
la libélula roja…
el color de la hortensia…
–Samuel Cruz–

toda la familia
pasa junto a las hortensias
mirando el móvil
-Álvaro Moa-

Hoy en el altar
hortensias del jardín
Y sus aromas
-George Goldberg-

En el camino
un ramo de hortensias
con una nota.
–Justy Quiroga Muñoz–

Mientras cocina,
por la ventana observa
las hortensias.
–Marisa Gioacchini–

Día triste.
Corto mis hortensias
para el jarrón.
–Xili Molina–

Alguien ha pisado
las hortensias de mi jardín.
¿Fue el sake de anoche?
–Tomás Mielke–

---

Recuerda que en la sección de verano de nuestro kiyose, puedes descubrir muchos más términos kigo que pueden servir de inspiración para tus haikus: