Kigo: Golondrina (燕, つばめ, tsubame)

Golondrina (燕, つばめ, tsubame) es un ave migratoria del orden de los paseriformes y de la familia Hirundinidae. Migra a Japón desde finales de febrero hasta mayo. En algunas regiones de España también podemos verlas durante todo el verano. Es algo más grande que un gorrión. Su dorso es negro, su vientre blanco, y su garganta y frente son rojas. Tiene una hendidura larga en la cola. Con alas grandes y unas patas cortas, presenta ciertas dificultades para caminar, por lo que es raro encontrarlas en el suelo. Se alimenta principalmente de insectos que atrapa en el aire. Tiende a anidar en lugares habitados por humanos, probablemente porque sus depredadores naturales, como los cuervos, se mantienen alejados.

En poesía, se ha utilizado en múltiples ocasiones como símbolo de la renovación, el renacer y la vuelta de la primavera, dotando a los versos en los que aparece de una cierta calidez y esperanza.

Para mostrar el uso de este kigo en el haiku, empezamos compartiendo dos nuevas traducciones:

朝燕麦穂の露の真白なる 西山泊雲

Golondrina de la mañana.
El rocío es tan blanco
en la espiga de trigo…
Hakuun Nishiyama

燕や茶師はさび行宇治の里 森川許六

¡Golondrinas!
Y en soledad, el maestro del té,
por el pueblo de Uji.
Kyoroku Morikawa

Haikus de nuestro grupo creativo

旅館へと燕 翔け違う蚊の夕べ。
Rumbo al ryokan—
piruetas de golondrina
y tarde de mosquitos.
-Francisco Barrios

Aunque hoy en día sea posible encontrar algún ryokan en ciudades grandes, no es lo más frecuente. Usualmente se encuentran próximos a la costa o en pueblos próximos a montañas donde podemos encontrar, también, aguas termales. Así, si el poeta nos habla de ryokan, la mente nos lleva a una pequeña localidad, un lugar tranquilo en el que la calma invita a la naturaleza. Y siendo así, con la humedad de la primavera, abundan los mosquitos en la tarde mientras las golondrinas vuelan ágiles por todas partes.

Pasan los años,
vuelven las golondrinas
al mismo nido.
Tomás Mielke-

Esta haiku me lleva a la infancia, al pueblo que me vio crecer. En concreto a la calle donde se encontraban las casas de mis abuelos y donde solía jugar la mayoría de las tardes. Los nidos de las golondrinas solían resistir a las lluvias y las inclemencias climáticas año tras año. Y si alguno se rompía, rápidamente ellas lo reparaban con su regreso, dando una sensación de que esos nidos eran eternos. Pasan los años, y mi recuerdo sigue siendo el mismo, como el nido de las golondrinas del poema.

Sobre la fuente
la golondrina roza
su propio reflejo
-Sara Elena MO

Ese vuelo rasante de las golondrinas sobre las superficies de agua en calma siempre plantea ser un enorme desafío. La velocidad con la que descienden para tomar algo de agua parece imposible de compensar, pero siempre alzan el vuelo en el momento justo para rondar sobre el mismo lugar y repetir la maniobra. En el instante justo en el que la golondrina toca la superficie, su sombra y su reflejo también lo hacen.

Finos y negros
trazos sobre el papel:
¡golondrinas!
Luly/Lu-

Ante una imagen en sumi-e, todo trazo aunque pueda parecer aleatorio o fuera de lugar, tiene una razón de ser. En este haiku, la poeta se encuentra ante una representación en la que unas líneas finas captan su atención. Es muy probable que de forma independiente estos trazos no signifiquen nada, pero en conjunto… ¡Golondrinas! Ese giro en el haiku, ese momento en el que cobra consciente de la realidad a través de la pintura, es lo que da belleza a estas líneas.

En la oscuridad.
Escucho una golondrina
pero no la veo.
Myami Mong

Quizá el sonido de esa golondrina llega desde un nido, o quizá el ave se encuentre oculta en algún árbol. La consciencia de que se encuentra allí aunque no seamos capaces de verla ya es más que suficiente para crear la imagen. Este haiku nos habla de lo que no se ve permitiéndonos crear una perfecta imagen de la golondrina a partir de su canto.


Además de estos haikus comentados, también queríamos destacar:

Yendo al hospital
por fin las golondrinas,
brisa fresca.
-Alfonso Portillo-

Volando rasante,
toma agua y se va,
una golondrina.
Santiago Kō Ryū Luayza

Tarde de abril
Dos golondrinas vuelan
hasta su nido
-Florita Morgado Terrón-

Sobre el mástil
del velero amarillo,
la golondrina.
Al Agus

En la columna
un par de golondrinas
hacen su nido.
Maria Garrido


Recuerda que en la sección de primavera de nuestro kiyose, puedes descubrir muchos más términos kigo que pueden servir de inspiración para tus haikus:

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