NaHaiWriMo. Día 12

¿Recuerdas un momento especial en alguno de tus viajes pasados?

Esos momentos siempre nos dejan una huella única y pueden ser una fuente de inspiración excelente para escribir un haiku.

Estos son los haikus que hemos seleccionado esperando que te inspiren:

Una suave ola
moja mis pies desnudos
al anochecer.
Blanca Estela Salazar Alvarez

Este es un viaje en el tiempo. Dentro del viaje, el viajecillo de regreso a casa desde la escuela. Era pobre mi casa de la infancia, como lo es esta en que vivo ahora. Soy pobre. Pero, bien, ese día volví de la escuela antes de tiempo, alegre por la libertad de escapar de las clases. Me colé por el camino trasero para que ningún vecino me viese llegar a casa (fugado de la escuela). En aquella soledad, con mis padres en el trabajo, en aquella libertad; vi colgada en el traspatio la rústica maceta de bambú, amarilla ya, con la flor diez del día iluminada y casi carmesí, indescriptible. Ese es el viaje, inolvidable:

Maceta pobre, 
en su minuto de esplendor 
la flor Diez del día.
Samuel Cruz

Esto lo vi en la ciudad de New Jersey, USA, mientas visitaba la casa de un amigo. En su patio tenía algunos árboles frutales.

Primeros brotes
En el ciruelo picotea
un cardenal
Idalberto Tamayo

cuando asomó el mar
ya no jugamos más en el coche
al veo veo
Álvaro Moa

Sopla el otoño 
Las hojas en el Sena
Siguen su viaje.
Oscar Cuevas Benito

El Divi-divi*.
Su silueta retorcida,
siempre hacia el oeste.
Slodowska Curie

*Divi-divi (Watapana), Árbol Nacional de Aruba (parece un bonsai grande), inclinado hacia el oeste, su tronco y ramas retorcidas (crece sobre la playa). Verano del 2018.

Once de septiembre,
atrapada en La Prairie.
Sin retorno a casa.
Myami Mong

Cruzo el Check Point Charlie*
sin pasaporte como
las hormigas de entonces.
Tomás Mielke

*Tras la caída del muro de Berlín podía cruzar “la imaginaria frontera” sin pasaporte para visitar parte de mi familia. Antaño, por el Check Point Charlie o por el Palacio De Las Lágrimas, había que pasar enseñando la documentación.

Unos de los recuerdos que siempre lo tengo presente, es pasear por la campiña en tren, solo (en compañía de amigos), nuestros primeros pasos a la libertad, una gran emoción- 50 años de esos viajes:

Sobre un vagón
Vemos nuestra campiña
Sin ataduras !!!
Pedro Rojas

Hace años, un grupo de amigos fuímos de viaje de mochileros a la isla de La Gomera para visitar los senderos del Garajonay. Son unos caminos hermosos y fascinantes, llenos de niebla y de tupida y verde laurisilva por la corre fresca el agua. Allí había muchas situaciones que podrían inspirar un haiku: desde el ruido del agua, el verdor de los musgos, hasta pájaros confianzudos que quieren un pedazo de tu bocadillo. Sin embargo, la situación que más nos sorprendió fue la descrita en el haiku. Estábamos algo perdidos. Hacía algo de niebla, y por probar nos metimos por una senda de helechos. Al salir de ella nos sorprendió un rebaño de cabras, sin pastor, que se nos quedó mirando fijamente. Aquello nos hizo sentir miedo por un momento, pero al momento nos acabamos riendo.

Entre la niebla, 
tras la senda de helechos, 
nos miran las cabras.
Jonay Martín

En Nara, antiquísima y otrora capital de Japón, tuve que usar un baño «tradicional» (o ‘kawaya’). Es una especie de letrina hecha de madera pulida e impecable que estaba literalmente en medio de un bosque. En ese lugar, una especie de chinche luchaba por trepar la madera (sin éxito). Me encantaron sus colores, lo imperturbable del entorno y que hubiera atravesado medio mundo para encontrarlo allí.

厠や 隅の虫とは 二度と会わず。
Cuarto de baño—
en la esquina un bicho
que no veré otra vez.
Francisco Barrios

En el mar Egeo
una enorme luna naranja
se bañó conmigo.
Maria Garrido

Hace dos años, en primavera, visitamos el pueblo de Calatañazor. En el silencio de sus calles empedradas, y justo al lado de un gran -y destartalado- portalón de madera… zas, una brillante amapola. Ella, sola, coloreaba y animaba la calle.

mañana cálida,
ante el viejo portal
una amapola
Consuelo Orias

Invierno en ruta.
En el asiento trasero
silban los niños.
Santiago Kō Ryū Luayza

Luna tardía
y el reflejo en el shōji
de unos bambúes.
Pilar Roselló

Un recuerdo de hace 45 años cruzando el océano atlántico. Impresionante… al subir a cubierta una tormenta se había desatado,mar y cielo completamente negros.

Total oscuridad. 
Las olas de la tormenta 
mojan las velas.
Al Agus

¿Cuándo fue la última vez que viste un cisne? ¿Pensar en esa imagen te sugiere algún haiku? Escríbelo en comentarios.

Te leemos 🤍

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